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LA LÁPIDA GÓTICA DEL ARCO DE LA ENCARNACIÓN DE PEGALAJAR.  

Mª Dolores Morillas. 
 
En la actualidad se han rehabilitado algunos monumentos emblemáticos de Pegalajar, como por ejemplo: la charca, el nacimiento y el monumento del arco de la encarnación.

 

 Esta lápida conmemora las obras que se hicieron en la muralla del castillo de Pegalajar, en el año 1426 cuando reinaba Juan II y gobernaba “Alonso Fernández de Ledesma”. Las obras se relacionan con la mejora de las fortificaciones de los castillos de frontera que se estaban produciendo en el reino de Jaén. Probablemente, esto se diera por la alarma que supuso la entrada de los musulmanes, en 1407 con su rey Muhammad VII, al tomar el castillo viejo de Bedmar.

 

 Tras la conquista de la ciudad de Jaén, en 1246, Pegalajar fue incorporado como castillo a la ciudad. La lápida no hace mención al nombre de Pegalajar, si no a la ciudad de Jaén. En ese mismo año, se terminaron las obras de mejora de la fortificación del castillo de Pegalajar. En la puerta principal del Castillo de Pegalajar, junto a la lápida conmemorativa, se ubican tres escudos de un tamaño similar, que corresponden al reino de Castilla y León, a la ciudad de Jaén y a Alonso Fernández de Ledesma.

 

 El escudo de Alonso Fernández de Ledesma aparece a la derecha de la lápida conmemorativa. Está compuesto por las armas de los antiguos condes de Castilla, en particular del Conde Fernán González y por nueve flores de lis, flores que están presentes en el escudo de los Ledesma.  Sobre la lápida conmemorativa se ubica el escudo de Juan II de Castilla. El mismo escudo que llevaba como armas el rey Fernando III el Santo, que en 1230 heredó de su padre el Reino de León y  así quedaron unidos los reinos de Castilla y de León bajo una misma corona. En el primer y cuarto cuartel se representa un campo de gules, un castillo de oro almenado de tres almenas, mamposteado de sable y clareado de azur. En el segundo y tercer cuartel un campo de plata, un león rampante de púrpura, lenguado y armado de gules, y coronado de oro.  

 

El escudo de la ciudad de Jaén, ubicado a la izquierda de la lápida conmemorativa, es cuartelado el 1º y 4º cartel de oro, y el 2º y 3º de gules. La bordura tiene dieciséis formas: ocho de gules, con un castillo de oro mazonado de sable y aclarado de azur, y ocho de plata con un león de púrpura lenguado y uñado de gules y coronado de oro.  


Esta lápida y escudos heráldicos constituyen uno de los ejemplos más antiguos de la epigrafía gótica de la provincia de Jaén. De hecho, el escudo de la ciudad de Jaén que se ubica junto a la lápida es la representación gráfica más antigua que se conoce.   Le he preguntado a Mª Dolores O. sobre la historia del arco de la Encarnación y ha respondido: “En un pasado el arco era la entrada a un castillo y en la actualidad este arco no está valorado”. 
 

 

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